LA CIUDAD DE ÚBEDA.
Desde mi primera visita a Sevilla, España, lo primero que me interesó fue conocer la cercana ciudad de Úbeda, para investigar el origen del apellido Úbeda.
Al llegar, consulté la guía telefónica. Grande fue mi sorpresa al no encontrar a una sola persona que se apellidara Úbeda. Imaginé que quizás era un apellido extinto, como tantos otros. Como la ciudad es pequeña, caminé hacia el cementerio. Nada. Ninguna placa tenía inscrito el apellido. Ningun alma muriente se apellidó Úbeda.
Me dirigí al registro civil, cuyo registrador era un señor que tenía mas nariz que cabeza, cabalgaban sobre esa nariz unos anteojos hechos como de fondo de botella. A pesar de lo feo que era, me trató muy bonito y atendiendo mi solicitud hizo entrega del libro donde se anotan o registran nacimientos y defunciones. Nada. Le expliqué el motivo de mi investigación y cuando escuchó, se quitó las gafas y de su sorpresa sus ojos saltones se acercaron a mi. Me hizo un torrente de preguntas: ¨Usted se apellida Úbeda¨?Como es eso? En donde nació? En que país?...
Evidentemente lo saqué de su tedio. Se encajó una levita mas antigua que su tatatatatatarabuelo. Me dio una palmadita en el hombro e hizo ademán de seguirlo. Caminamos hacia la alcaldía, a pocos pasos, el alcalde andaba tomando su siesta (que para los empleados públicos termina minutos antes de concluir su horario de ¨trabajo¨). El vice alcalde si estaba y su sorpresa fue similar a del propietario de la gran nariz.
Comprobé que en esas oficinas tampoco había algo que hacer ya que el vice alcalde llamó a su secretaria y después de preguntarme si deseaba tomar café, cerró la puerta de su oficina, tocó una campanilla, llegó una señora con aspecto de monja arrepentida junto con otra asistente; a los pocos minutos aparecieron con dos bandejas de plata conteniendo una artística cafetera, dos delicadas y elaboradas tacitas y platillos, servilletas bordadas, una serie de pequeños vasitos con tapones de vidrio; todo con dibujos y arabescos. Por ignorar que contenían los vasitos y no caer en el ridículo, me serví el café sin agregarle nada. Mi anfitrión dio instucciones de que nadie lo interrumpiera porque estaba¨atendiendo cosas muy importantes¨.
La escases de quehaceres producía abundante desocupación y estome salió de maravillas, ya que este tan atareado personaje ocupó el resto del día llevándome por varios puntos de la ciudad, explicándome la historia de varios monumentos y construcciones de mas de mil doscientos años.
Al finalizar la tarde llegamos a la conclusión de que San Rafael del Norte ya estaba poblado por españoles cuando llegaron los primeros ubetenses y, para referirse a ellos, quienes ya estaban allí los llamaban como ¨los que vinieron de Úbeda¨, ¨los de Úbeda¨ y finalmente los Úbeda y así nos quedamos.
De esta misma manera se originan muchos gentilicios, agregando al nombre de la ciudad natal el sufijo ¨ense¨, ¨eño¨, ¨ino¨, ¨ano¨,etc. costaricense, panameño, sanrafaelino, ubetense, chinandegano, boaqueño. Ubetenses son los nacidos en la ciudad de Úbeda.
Toda esta zona y casi toda la península ibérica, estuvo una y otra vez bajo el dominio de los Moros o sea, pueblos del norte de África que con el tiempo se les llamó musulmanes o árabes.
En varias ocasiones fue reconquistada y la última fue la que prevalece hasta nuestros días, realizada por los Reyes Católicos Isabel I de Castilla, soberana de la corona de Castilla y Fernando II de Aragón, soberano de la Corona de Aragón, cuya unión dinástica unificó ambos reinados a finales del siglo catorce.
Úbeda es una ciudad y municipio español de la provincia de Jaén, capital de la comarca de La Loma, en la comunidad autónoma de Andalucía. La ciudad, junto a la cercana Baeza, fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco el 3 de julio de 2003, debido a la calidad y buena conservación de sus numerosos edificios renacentistas y de su singular entorno urbanístico.
Las ruinas mas antiguas se remontan a la Edad de Bronce.
La leyenda dice que Úbeda fue fundada por Túbal, un descendiente de Noé. Del mítico torreón del rey Ibiut derivaría el nombre de la ciudad de Úbeda.
Si nos restringimos a la arqueología, los primeros asentamientos en Úbeda y del Cerro del Alcázar, se remontan a la Edad del Cobre, las últimas investigaciones arqueológicas han arrojado seis mil años de antigüedad; Úbeda es la «ciudad más vieja —científicamente documentada— de Europa occidental». Lo asegura el equipo dirigido por el catedrático Francisco Nocete a la luz de los resultados que han arrojado 35 dataciones de Carbono-14 en el yacimiento de las Eras del Alcázar.
NOTA:
El escudo de armas de la ciudad de Úbeda representa las armas concedidas por el rey Enrique II de Castilla a la ciudad, en el año 1369, en gratitud y honor hacia los doce caballeros ubetenses ( representado por doce leones) que pelearon al lado del rey Alfonso XI, en la toma de la plaza de Algeciras. Este rey sitió la plaza en 1342, y, tras veinte meses de duro asedio, entró triunfalmente en Algeciras el día 28 de Marzo de 1344, que era domingo de Ramos. En recuerdo de esta festividad religiosa, mandó el Rey a consagrar la mezquita de Santa María de la Palma.
Roberto Rourk Úbeda.
24 de Marzo 2023.
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